Glutamato Monosódico (MSG) o por qué con la pastilla de caldo de carne sabe mejor
Hoy nos hacemos eco de un estupendo artículo aparecido en la página de nuestros amigos de Marcas Blancas en el que hacen un repaso exhaustivo a todo lo relacionado con el MSG, desde sus orígenes hasta su presencia en infinidad de productos. Para los interesados en ampliar información os sugiero su lectura. Yo no voy a entrar a profundizar en composiciones, orígenes y demás, nos vamos a centrar en su presencia, que es lo que nos interesa para nuestra cocina.
Las pastillas de caldo de cocina son MSG en un porcentaje bastante elevado, al igual que las sopas de sobre o los caldos en brick. Según un reciente estudio de la OCU sobre caldos de cocina en la que se dieron a probar varias marcas a diferentes degustadores, todos eligieron como mejor caldo el de la marca más barata (marca blanca) y, por contra, eligieron como peor sabor el caldo de la marca más cara y más natural (Aneto). ¿A qué se debe este sorprendente resultado?, es bastante simple: las marcas más baratas contienen mayor concentración de MSG y por tanto un sabor y olor más potenciado que engañan a nuestros sentidos de gusto y olfato.
Todos hemos visto el anuncio, «Y tú, ¿cueces o enriqueces?». Después de ver todos estos datos deberíamos reflexionar al respecto y preguntarnos; ¿realmente enriquecemos o solamente potenciamos?. Desde RECETASonline os invitamos a cocinar vuestro propio caldo de una manera muy sencilla con esta receta y que podréis ver en este estupendo vídeo consejo.
Ingredientes:
– 1/4 de pollo, ternera o incluso jamón
– 1/2 cebolla
– 1/2 puerro
– 1/2 zanahoria
– 1 diente de ajo aplastado
– sal y pimienta
Elaboración:
Si lo que queremos es un caldo oscuro tenemos que poner la carne y la cebolla en una sartén y dorarlas bien, casi quemadas. Si nos saltamos este paso tenemos un caldo claro.
Ponemos todos los ingredientes en una olla y añadimos agua hasta que cubra todo. El agua tiene que ser fría, porque de lo contrario nos saldría el caldo turbio…
Dejamos cocinar a fuego lento durante unas 4 horas y quitamos regularmente la espuma que nos pueda salir. Si lo queremos más rápido poner usar la olla a presión y estaría listo en unos 15 minutos, pero después habría que quitar la espuma.
Una vez listo lo podemos emplear para una sopa, por ejemplo, colando el contenido y añadiendo unos fideos. Si lo dejamos enfriar, lo podemos poner en cubiteras y congelar y, de esta manera, siempre tendremos cubitos de caldo siempre listos para usar 😉
publicado por Marcas Blancas en 11 de noviembre de 2008
Gracias compañero. espero que a tus lectores les sirva el post.
Un saludo
publicado por recetasonline en 11 de noviembre de 2008
Yo también lo espero, porque vuestro post es realmente interesante…
😉